Este aperitivo es muy sencillo de hacer y a todos los que lo comieron les encantó. Era la primera vez que lo hacía así y tuvo mucho éxito.
Me gusta utilizar el queso de cabra en rulo para preparar aperitivos, sobre todo los rulos pequeños, que por el tamaño que tiene la rodaja una vez cortada queda muy vistosa y es el ideal para comerla de un bocado.
Ya puse en su día el Trío de queso de cabra, en ese caso iba acompañado de tomate seco en aceite, cebolla caramelizada y mermelada de cerezas. Este tipo de queso, que suele tener un sabor pronunciado, combina muy bien con el dulce.
Para hacer este aperitivo necesitamos un soplete para caramelizar el azúcar, en el caso de no tener podéis probar a gratinar en el horno, pero quizás se funda en queso, con el soplete al darle la llama directamente al azúcar, se carameliza sin fundirse el queso.
Aunque los pistachos se ven un poco negro, cuando lo saque a la mesa hice el comentario de que quizás sería mejor poner los pistachos después de caramelizar el azúcar para evitar quemarlos, pero la mayoría de la gente coincidió en que estaban más buenos así.
Ingredientes:
- Un rulo pequeño de queso de cabra.
- 3 o 4 pistachos por aperitivo.
- Azúcar moreno.
- 3 rebanadas de pan de molde.
Elaboración:
Pelamos los pistachos y quitamos la cascarilla que los recubre. Reservamos.
Con un cortapastas, sacamos 4 discos de cada rebanada. Las podemos tostar antes o ponerlas sin tostar. En mi caso las puse sin tostar.
Cortamos el queso de cabra en rodajas de aproximadamente 1 centímetro.
Ponemos encima de cada trozo de pan una rodaja de queso de cabra y 3 o 4 pistachos pelados y espolvoreamos con azúcar moreno.
A continuación con un soplete caramelizamos el azúcar.