El solomillo es una de las partes más apreciadas en la mayoría de los animales. Es una carne que tiene muy poca grasa y es muy rica en proteínas.
El solomillo de cerdo prácticamente no necesita condimentación para resultar un bocado delicioso, la prueba la tenemos en este solomillo al que solo hemos puesto sal y acompañado con cebolla al vino tinto.
Ingredientes:
- 1 solomillo de cerdo, si es ibérico mejor.
- 2 cebollas.
- Un buen chorro de vino tinto.
- 1 cucharadita de azúcar (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
Elaboración:
Cortamos la cebolla en juliana y la ponemos a pochar con un poco de aceite. Cuando esté blanda, echamos un buen chorro de vino tinto y dejamos reducir junto a la cebolla, moviendo continuamente para que no se queme. Si queremos que quede más caramelizada podemos añadir una cucharadita de azúcar.
Ponemos el solomillo en la sartén donde tenemos la cebolla y lo sellamos a fuego fuerte. Una vez sellado, bajamos el fuego y vamos girándolo por todos los lados para que se haga. Debe quedar rosado por dentro. Si vemos que está poco hecho y la cebolla empieza a quemarse, sacar la cebolla y seguir cocinando el solomillo.
Cuando esté hecho lo sacamos y salpimentamos.
Lo servimos cortado en trozos gruesos y acompañado de la cebolla.