Este hojaldre relleno de pollo han surgido de forma totalmente improvisada.
El otro día hice unos calabacines rellenos y me sobró masa de relleno. Al día siguiente saqué del congelador un paquete de masa de hojaldre que venían dos unidades, una la gasté en hacer unas palmeritas y como me sobró una y además tenía en un tupper la sobra del relleno de los calabacines, pues ya está, resuelta la cena.
Como casi siempre, receta sencilla y también muy aparente para invitados, porque podemos tener ya hecho los hojaldres y tan sólo tendremos que hornear. Y ya sabéis, un hojaldre recién horneado resulta delicioso.
Ingredientes:
- Bechamel con pollo.
- Masa de hojaldre
- Huevo batido para pintar el hojaldre.
Elaboración:
Como he dicho antes, he utilizado la bechamel que me sobró de hacer los calabacines rellenos, pero en el caso que la tengamos que hacer, es muy sencillo. A mí me gusta echarle un poquito de cebolla y hacerla con aceite en lugar de mantequilla porque me resulta más sana. Pero esto es muy personal, cada cual tiene su forma de hacer las cosas y eso es lo realmente valioso de la cocina, que podemos adaptar cualquier receta a nuestros gustos personales.
Para la bechamel, cortamos cebolla finita y la rehogamos en un poquito de aceite y un poco de sal. Incorporamos el pollo picadito, rehogamos un minuto y añadimos la harina, le damos una vuelta para tostarla, con el objeto que la bechamel no sepa a harina, cuidado que no se queme que amargará. A continuación echamos la leche y vamos moviendo continuamente con una cuchara de madera hasta que empiece a cocer, momento que notaréis que empieza a espesar. Si veis que os queda muy espesa, añadir un poquito más de leche. De todas formas esta bechamel debe quedar un poquito espesa para que el hojaldre no se ponga blando o se salga durante la cocción en el horno. Dejaremos que se enfríe.
La proporción de leche y harina dependerá de que queramos la salsa bechamel más o menos espesa, y esto dependerá, además de nuestro gusto personal, del uso que le vayamos a dar. Aproximadamente una cucharada sopera por vaso de leche. También le da muy buen sabor, echar una pizca de nuez moscada. No la compréis rallada, rallarla en el momento, ya que la que se compra ya rallada, apenas tiene aroma.
Estiramos la masa de hojaldre con un rodillo, algunas ya vienen estirada y no es necesario este paso, y cortamos trozos del doble del tamaño que queramos el hojaldre, ya que sobre el hojaldre pondremos la bechamel fría y doblaremos el hojaldre por la mitad. Podemos untar los extremos de la masa con un poquito de agua o huevo batido y con un tenedor hacemos presión, como cuando hacemos empanadillas. Que quede bien cerrado para que no se salga el relleno cuando lo horneemos.
Pintamos el exterior del hojaldre con huevo batido y metemos en el horno, precalentado entre 200/220º durante aproximadamente 20 minutos. Si lo compráis fresco o congelado el hojaldre, mirad las instrucciones, que suele venir la temperatura y tiempo que aconseja el fabricante. De todas formas, vigilarlo en el horno, debe quedar dorado, pero sin quemarse. El huevo batido hace que el color sea más intenso.