Hoy os traemos un plato muy popular en muchos lugares de España, donde le vamos a restar un poquito de importancia a las patatas añadiéndole unas almejas.
Una receta fácil de realizar aunque un poco laboriosa, porque tenemos que rebozar y freír las patatas para posteriormente hacer un guiso con ellas. Pero desde luego, merece la pena.
Ingredientes:
- 600 gr. de patatas.
- 1 cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- 300 gr. de almejas.
- Medio vaso de vino blanco.
- 2 huevos.
- Harina.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
- Perejil.
- Unas hebras de azafrán.
Elaboración:
Poner las almejas en un recipiente en agua salada durante una hora aproximadamente para que suelten la arena.
Pelar y lavar las patatas. Cortarlas en rodajas de 1/2 centímetro aproximadamente (deben tener todas un grosor parecido para que se cuezan todas por igual, si no unas quedarán cocidas y otras duras), salarlas.
Pasar las rodajas de patatas por harina y posteriormente por el huevo batido. Freír en abundante aceite de oliva hasta que estén doradas. Sacar y dejar escurrir el exceso de aceite sobre papel de cocina.
Poner en una cazuela un chorrito de aceite de oliva y rehogar la cebolla cortada fina. Cuando comience a tomar color añadir un majado de ajo, perejil y el azafrán que habremos preparado en el mortero. Dar unas vueltas un par de minutos con la cebolla.
Añadir el vino y dejar hervir hasta que se evapore. A continuación incorporar las patatas, cubrir con agua y dejar cocer a fuego lento hasta que las patatas estén tiernas.
Dos minutos antes de retirarlas del fuego, escurrir y enjuagar las almejas. Añadirlas al guiso de las patatas, tapar la cazuela y dejar un par de minutos hasta que comiencen a abrirse. Apagar el fuego y dejar la cazuela tapada hasta que se acaben de abrir.