Con este título tan solo quiero hacer mención a algo que me sorprende bastante, que es lo siguiente: como con solo dos ingredientes podamos tener un bocado tan exquisito.
Me estoy refiriendo a un chuletón de buey hecho en barbacoa al que tan solo he añadido sal.
En la pasada edición del Salón del Gourmet, mi amigo Paco, de Lazy Blog, me presentó a Cristina de Carne Villa María, exponían en el Salón y pudimos probar allí la magnífica carne que comercializan.
El otro día recibí de esta empresa unos chuletones de buey. Aprovechando que acababan de mandarme a casa una barbacoa eléctrica como broche final a la Experiencia Severin (os contaré que eso en un próximo post), aproveché para hacerlos allí. Tengo que reconocer que era una carne tierna y con un sabor estupendo.
Por tanto, la receta de hoy lleva pocos ingredientes, carne y sal. Para acompañar la carne he hecho unas verduras en la barbacoa que resulta un acompañamiento estupendo a la vez que sano.
Os dejo el enlace de Carne Villa María para que podáis echar un vistazo a todos los productos que tiene, además sirven en toda la Península con unos gastos de transportes muy contenidos, que incluso pasando de un importe mínimo, son gratuitos. Como veis la carne viene envasada al vacío, lo que hace que se conserve fresca y con todo su sabor durante más tiempo.
Ingredientes:
- Chuletón de buey.
- Sal gruesa o en escamas.
- Cebollitas.
- Champiñones.
- Tomates cherry.
- Espárragos verdes.
- Calabacín o cualquier verdura que os guste.
- Aceite y sal.
Elaboración:
Es importante que la carne este a temperatura ambiente, por tanto la sacaremos de frigorífico con antelación para que se vaya atemperando. Si está envasada al vacío, como en este caso, sacar del vacío y poner la carne sobre un plato.
Encender la barbacoa y cuando ya estén las ascuas en el caso del carbón, o en el caso de la eléctrica bien caliente es el momento de poner la carne en la parrilla.
Podéis pintar la carne con un poquito de aceite con una brocha. Poner la carne con la barbacoa bien caliente para que se forme una costra en la superficie y no se salgan los jugos. No echar sal ni pinchar la carne con un tenedor o cualquier otro utensilio. Una vez que se forma la costra, si nos gusta la carne muy hecha, podemos poner la barbacoa a menos temperatura o en el caso de las de carbón subir la rejilla. Aunque os recomiendo dejarla poco hecha, está mucho más gustosa y jugosa, aunque para gusto los colores como se suele decir; lo importante es que cada uno la tome a su gusto.
En el caso del carbón es importante que no haya llama porque se quemarían los alimentos, en el caso que por la caída de la grasa se prenda es importante tener a mano un pulverizador con agua para apagar la llama.
Una vez que sacamos la carne, es el momento de poner la sal.
Para las verduras, pincelarlas con un poco de aceite de oliva virgen y ponerlas sobre la parrilla. El tiempo dependerá de las verduras. Lo que más tiempo tarda son las cebollitas.
Servir la carne acompañada de las verduras.
Por último quería dejar constancia de mi experiencia con la barbacoa eléctrica, hasta ahora solo había cocinado en las de carbón, pero ésta ha sido todo un descubrimiento, tengo que decir que me ha sorprendido gratamente por la rapidez y limpieza, pero sobre todo, por la posibilidad de utilizarla dentro de casa, muy importante para las personas que no tengan patio o terraza o que su comunidad de vecinos no admita el uso de barbacoas. Este tipo de barbacoa lleva una cubeta que se llena de agua y hace que apenas se genere humo, además la podemos poner encima de la placa con lo que el poco humo será absorbido por la campana sin ningún problema.
Aquí os dejo una foto con unas costillas y verdura que hice el otro día.
Os dejo aquí el enlace del fabricante de la barbacoa para que veáis las características, pero podéis encontrar otras muchas en el mercado.