Ya os he hablado en alguna entrada sobre las hamburguesas, que puede llegar a ser una comida muy saludable y que además les suele gustar mucho a los niños; así que vamos a aprovechar para hacer un plato donde además de la proteína de la carne tengamos el calcio del queso, así como los minerales, vitaminas y fibra del tomate y la rúcula. Por tanto una cena muy completa.
A los niños les encanta el burger, pero seguro que si os ayudan a hacer estas hamburguesas y se las presentamos en estos mini panecillos se las comerán encantados.
Pero no solo gustarán a los niños, si las presentáis como aperitivo en una comida o cena con amigos no dejarán ninguna en la mesa, os lo aseguro.
Ingredientes (para 8 unidades):
- 400 gr. de aguja de ternera picada.
- 8 lonchas finas de beicon.
- 8 lonchas de queso gouda.
- 2 tomates.
- 1 cebolla.
- 1 diente de ajo.
- Hojas de rúcula.
- Sal.
- Cebolla frita crujiente.
- Kétchup.
- 8 mini panecillos de hamburguesa.
- AOVE.
Elaboración:
Pelar la cebolla y el diente de ajo y picarlos muy fino. Poner un par de cucharadas de aceite de oliva virgen en una sartén y sofreírlos a fuego suave durante 3 o 4 minutos. Apagar el fuego y dejar que pierda temperatura.
Mezclar la carne con el sofrito y una cucharadita de sal. Amasar bien hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados. Dividir la carne en ocho partes iguales y hacer las hamburguesas del mismo tamaño que los panecillos.
Tostar el pan en la plancha. Hacer el beicon hasta que esté muy hecho. Dejar escurrir el exceso de grasa del beicon sobre papel de cocina.
Cocinar las hamburguesas sobre una plancha untada con aceite. Cuando estén hechas por un lado, dar la vuelta y poner sobre la parte que acabamos de hacer la loncha de queso, que previamente habremos recortado con un aro de emplatar del mismo tamaño que las hamburguesas, para que con el calor se vaya fundiendo encima de la carne.