Las albóndigas son un plato bastante recurrente para esos días que no puedes ponerte a cocinar, ya que lo podemos hacer con antelación y calentarlas minutos antes de comer.
A los niños también les gustan mucho; eso sí, en el caso de los míos, cambiando los champiñones por patatas fritas. De una manera u otra es un plato muy rico, que incluso lo podemos acompañar con una buena ensalada y tendremos la comida resuelta.
Ingredientes:
- 400 gr de carne de cerdo.
- 400 gr.de carne de ternera.
- 1 huevo.
- 2 rebanadas de pan de molde sin corteza remojadas en leche.
- 1 cebolla.
- 1 pimiento rojo.
- 2 dientes de ajo.
- 400 gr. de tomate triturado.
- Orégano.
- 300 gr. de champiñones.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Una cucharadita de piñones.
- Cebollino.
- Orégano seco.
- Azúcar (opcional)
- Sal.
Elaboración:
Pelar y picar la cebolla. Poner una cazuela con un chorrito de aceite y rehogarla a fuego suave durante 10 minutos.
Añadir el ajo y el pimiento rojo picadito y seguir cocinando otros 10 minutos a fuego suave.
A continuación incorporar el tomate triturado y espolvorear un poco de orégano por encima y sal. Cocinar todo el conjunto durante 20 minutos removiendo de vez en cuando.
Mientras se fríe el tomate, mezclar los dos tipos de carne y salpimentar. Añadir el huevo y las rebanadas remojadas en leche un poco escurridas. Mezclar bien hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Formas las albóndigas con las manos, pasar por harina e ir friéndolas un par de minutos en abundante aceite bien caliente.
Cuando el tomate esté listo, probar por si hubiese que rectificar de sal o añadir un poco de azúcar en el caso que esté muy ácido. Triturar con la batidora. Si os queda muy espeso y os gusta un poco más líquido, podéis añadir un poquito de agua.
Una vez triturado el tomate, mantenerlo sobre el fuego al mínimo e incorporar las albóndigas que hemos frito anteriormente. Mantener 10-15 minutos, apagar el fuego y dejar reposar.
Para los champiñones, cortar el pie y lavarlos bajo un chorro de agua fría procurando que absorban el menor agua posible o limpiarlos con papel de cocina. No los echéis en un recipiente con agua. Cortarlos en láminas gruesas y saltear a fuego fuerte en una sartén con un poquito de aceite.
Poner una sartén sin aceite y tostar un poquito los piñones.