El solomillo es una de las piezas del cerdo que más me gusta para cocinar, no solo por su sabor, sino también porque resulta muy versátil.
Ofrece multitud de preparaciones, ya que combina muy bien con otros alimentos, entre ellos las frutas. También su tamaño ofrece ventajas, ya que en poco tiempo nos permite tener un plato de 10 como este que os presentamos hoy.
Aunque en esta receta hemos utilizado solomillos de cerdo blanco, si los encontramos ibéricos ganaremos en sabor y jugosidad.
Ofrece multitud de preparaciones, ya que combina muy bien con otros alimentos, entre ellos las frutas. También su tamaño ofrece ventajas, ya que en poco tiempo nos permite tener un plato de 10 como este que os presentamos hoy.
Aunque en esta receta hemos utilizado solomillos de cerdo blanco, si los encontramos ibéricos ganaremos en sabor y jugosidad.
Ingredientes:
- 2 solomillos de cerdo.
- 4 rodajas de piña en su jugo.
- 4 cucharadas de mermelada de cebolla.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Jugo de conservación de la piña.
- Sal.
- Pimienta recién molida.
Elaboración:
Poner una cazuela al fuego con un chorrito de aceite. Salpimentar los solomillos y sellarlos a fuego fuerte por todos sus lados.
Una vez sellados, bajar el fuego y dejar cocinar al mínimo hasta que por dentro estén hechos. Al darle la vuelta tened cuidado de no pincharlos para que no se encapen los jugos, nos quedarían secos.
Cuando los solomillos estén en su punto, sacar de la cazuela y reservar al calor para que no se enfríen.
En la misma cazuela donde hemos asado los solomillos, echar la piña y dorar unos segundos a fuego fuerte por cada lado. Sacar y reservar.
Añadir la mermelada de cebolla a la cazuela, remover con una cuchara durante 1 minuto para que arrastre los jugos que han quedado de hacer el solomillo y la piña. Echar un poco del jugo donde viene la piña y dejar unos minutos que evapore hasta que adquiera una consistencia de jarabe.
En el último momento podemos poner el solomillo junto a la salsa en la cazuela el tiempo necesario para que esté caliente a la hora de servirlo.
Servir el solomillo acompaño de la piña, la cebolla y la salsa.