Saborea Zaragoza



Hace unos días desde Saborea España me ofrecieron participar en un blogtrip que iba a tener lugar en las ciudades de Zaragoza y Lleida. Ambas eran ciudades que prácticamente no conocía, así que no me lo pensé dos veces y me fui a saborearlas.



Al viaje me acompañaron dos blogueros,  y , así como de @SaboreaEspana. Fue un viaje en el que se mezcló de todo, desde la gastronomía y el turismo hasta el medio ambiente e incluso un pequeño contacto con personas emprendedoras en estos sectores.

Tengo que decir que desde Turismo Zaragoza nos hicieron sentirnos como en casa y que fue un placer contar con Blanca y Sara que nos acompañaron durante el día y medio que duró nuestra visita y nos enseñaron tantas cosas en tan poco tiempo. Además el Ayuntamiento de Zaragoza pone a disposición de los visitantes unas tarjetas turísticas que por un módico precio ofrece diferentes actividades. En concreto hicimos uso de Zaragoza Card, que incluye entre otros servicios, entrada gratuita en numerosos museos, uso del bus turístico, visitas guiadas, uso de transporte público, etc. La Zaragoza Tapas permite 4 tapas y caña, vino o agua, a elegir entre 15 establecimientos de la ciudad (una en cada establecimiento). El Chocopass incluye la degustación de 5 especialidades chocolateras a elegir entre los 12 establecimientos colaboradores.


Nuestra primera parada fue en el mismo hotel donde nos alojamos, el Hotel Meliá Zaragoza, dentro de él se encuentra La Ronda the Init, una incubadora vertical de empresas sobre Turismo, Ocio, Restauración y Hostelería. Fue muy interesante conocer de mano de algunos de los responsables de esta iniciativa, así como hablar con algunas de las personas emprendedoras que forman parte de este proyecto innovador.

A continuación pasamos por La Calle Indiscreta, un aula de medio ambiente urbano. Aquí una de sus responsables nos hizo un recorrido por la historia de la Comunidad de Aragón y nos explicó el origen de los principales productos de la gastronomía de esta zona.

 


Casi enfrente se encuentra el Mercado Central de Zaragoza. No podíamos pasar de largo. Si hay algo que intento no perderme cuando visito una ciudad son sus mercados. En ellos podemos apreciar los puestos cargados de productos frescos, la mayoría de ellos de proximidad, lo que nos da una idea de los principales productos de la zona. En este mercado no solo podemos apreciar sus productos, también su arquitectura. Se encuentra en un edificio singular con más de un siglo de historia, ya que abrió sus puertas en 1903. En 1978 fue declarado Monumento Histórico Nacional y en 1982 Bien de Interés Cultural.





Nuestra siguiente parada fue en Casa Montal, un negocio emblemático en Zaragoza desde 1919. En la Plaza de San Felipe, en un palacio renacentista aragonés construido entre los siglos XV y XVII en diferentes etapas y que fue totalmente rehabilitado por la Familia Montal, encontramos una tienda gourmet, un restaurante, servicio de catering y hasta el museo de la Torre Nueva. Esta torre fue derribada en 1892, pero aún sigue siendo un símbolo de la ciudad y aquí podemos conocer muchas cosas sobre ella.



Casi todo nuestro recorrido durante estos días lo hicimos a pie, lo que nos permitió conocer durante nuestros recorridos lugares tan representativos de Zaragoza como Bodegas Almau, fundada en 1880 y actualmente regentada por la cuarta generación. Ubicada en la zona de El Tubo de Zaragoza, si pasas por allí no dejes de probar sus magníficas anchoas.



Para comer este primer día Casa Lac, fundado en 1825 y considerado el restaurante más antiguo de España. Nuestra visita coincidió con el Festival Gastronómico Aragón con Gusto, que este año celebraba su segunda edición, por lo que aprovechamos para degustar el menú que ofrecía Casa Lac para estas jornadas. Comenzamos con un chupito de calabaza acompañado con cerveza picante de Cervezas Ambar, una cerveza muy agradable de beber creada para la ocasión, que solo se podía degustar en los establecimientos de participantes en Aragón con Gusto. A continuación salteado de hongos y mensillas con alcachofas fritas sobre fondo de crema de cardo, patata asada rellena con cremita de patata. El siguiente palto, la pancetita ibérica, yema de huevo y pimiento de cristal me gustó mucho. Estando en Aragón no podía faltar el Ternasco, para la ocasión paletilla de Ternasco de Aragón IGP rellena de hongos y pasas a la piel de crujiente de pan de pueblo con salsa de acelgas. Llegó el momento dulce con un clásico de la casa que según nos dijeron nunca falta en el menú, incluso en el menú del día, torrijas de vainilla bourbon con helado de vainilla de Madagascar, exquisita. Todo ello como no podía ser de otra manera, acompañado de vinos de la zona.



Para bajar la comida, nada mejor que un paseo por el centro de Zaragoza, recorriendo sus calles y sus principales monumentos. Entre estos no podía faltar la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, donde en una de sus torres encontramos un ascensor panorámico desde donde se puede observar la ciudad de Zaragoza desde 80 metros de altura. También cruzamos el Río Ebro por El Puente de Piedra, del siglo XV, el más antiguo que se conserva sobre el Ebro


Muy recomendable también la visita al Palacio de la Aljafería, que es uno de los monumentos más importantes de la arquitectura hispano-musulmana del siglo XI. También es posible observar y visitar edificios y esculturas más contemporáneas, como las que se construyeron para la Expo de 2008.




Para la cena hicimos uso de nuestra tarjeta Zaragoza Tapas. Para ello nos desplazamos de nuevo a la zona de El Tubo y allí tapeamos en algunos de los muchos locales que se pueden encontrar en este lugar.



Una jornada que dio mucho de sí. La segunda en unos días.

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