Croquetas de morcilla y manzana



Hoy os traigo unas croquetas diferentes, para ello he utilizado el Capricho de Morcilla de Burgos de Ríos. Se trata de un nuevo producto que viene en forma de crema listo para su consumo, por eso lo añadimos al final después de hecha la bechamel.


Quedan muy suaves y la manzana le da un punto agridulce y una textura crujiente. Eso sí, el punto agridulce de la manzana dependerá de la variedad escogida, os lo dejo a vuestra elección.

También hemos hecho que el empañado esté más crujiente empanándolas en pan rallado un poco más grueso, e incluso algunas de ellas las he empanado en una mezcla de pan y kikos molidos.
Hacer croquetas es fácil, aunque un poco laborioso. La ventaja es que nos permite hacerlas casi de cualquier ingrediente, además de poderlas congelar y poder disponer de ellas en cualquier momento con tan solo sacarlas del congelador y freírlas.


Ingredientes:
  • 1 tarrina de 275 gr. de Capricho de Morcilla de Burgos Ríos.
  • 1/2 cebolla.
  • 1 litro de leche.
  • 180 gr. de harina.
  • 60 gr. de aceite de oliva virgen extra.
  • 60 gr. de mantequilla.
  • 1 manzana.
  • Sal.
  • Una pizca de pimienta recién molida.
  • Una pizca de nuez moscada recién molida.

Para el empanado y posterior fritura:
  • 2 huevos.
  • Pan rallado.
  • Aceite de oliva virgen extra.

Elaboración:

Pelar y picar fina la cebolla. Poner una cazuela con la mantequilla y el aceite y rehogar la cebolla hasta que esté blandita. Añadir la harina y seguir cocinando 2-3 minutos sin dejar de mover para que no se queme la harina.

Pelar y quitar el corazón a la manzana. Cortarla en cuadraditos pequeños. Reservar con cuidado que no se oxide.

Incorporar la leche, sal, pimienta recién molida y nuez moscada recién molida. Cocinar a fuego medio sin dejar de remover hasta que comience a cocer y espesar. Apartar del fuego y añadir el contenido de la tarrina de morcilla y los daditos de manzana. Mover muy bien con una cuchara de madera hasta que se integren bien todos los ingredientes. Probar y rectificar de sal si fuese necesario.

Tapar con film y dejar enfriar. Meter en el frigorífico hasta el día siguiente.

Al día siguiente dar forma a las croquetas con dos cucharas. Pasar por huevo batido y pan rallado. Freír en abundante aceite a 180º aproximadamente.




Nota: Una vez empanadas si las queréis congelar, será el momento de hacerlo.