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Hace unos meses cambié el horno por uno de vapor de la marca Electrolux y poco a poco ya le voy cogiendo el punto. Es increíble lo diferente que pueden llegar a ser unos hornos con respecto a otros, por eso cuando en una receta nos pone un tiempo determinado para una temperatura, no nos lo tenemos que tomar al pie de la letra, sino como algo orientativo.
La receta de hoy es muy sencilla de hacer y os puedo asegurar que queda muy buena. Eso sí, para ello utiliza tu mostaza favorita, que es la que le dará su punto en esta receta.
Ingredientes:
- 1 pollo entero.
- 3 patatas.
- 1 manzana.
- 2 cucharaditas de mostaza.
- 1 cucharadita de miel.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Romero seco.
- Pimienta recién molida.
- Sal.
- Un chorrito de vino blanco.
Elaboración:
Quitar restos de plumas que pueda tener el pollo y limpiarlo bien por dentro por si tuviese restos de vísceras Salpimentar bien por dentro y por fuera.
Mezclar la mostaza con la miel y una cucharadita de aceite. Embadurnar bien el pollo con la mezcla anterior.
Lavar bien las patatas bajo el agua, cepillándolas bien para quitar restos de tierra. Cortarlas a modo de gajos. Ponerlas en un recipiente, añadir un poco de sal, romero seco y un chorrito de aceite de oliva. Remover bien para que se impregnen bien de todos los ingredientes.
Lavar bien una manzana y meterla en el interior del pollo.
Precalentar el horno a 180º y 1/4 de vapor. Poner en una fuente para horno el pollo y las patatas. Hornear durante 50 minutos. Pasado este tiempo, dar la vuelta y hornear 20 minutos más.
Durante la cocción rociar el pollo dos veces con un poco de vino blanco.
Nota: si vuestro horno no tiene función vapor, podéis poner un recipiente con un poco de agua, esto hará que el pollo quede más jugoso.
