Pollo en pepitoria



Hoy traemos un estupendo y clásico guiso que podemos encontrar en la carta de muchos restaurantes de cocina tradicional y en la mesa de nuestras madres y abuelas, se trata de pollo en pepitoria.


Lo habitual es utilizar gallina en lugar de pollo, pero hoy día no es fácil encontrar gallina en todos los establecimientos, así que hemos optado por utilizar pollo de corral guisado de la forma en que se hacía la gallina en pepitoria y os puedo asegurar que el resultado ha sido magnífico.

Normalmente son platos, que si os gusta este tipo de guiso, pediréis en restaurantes cuando lo veáis en la carta, pero que desde aquí os quiero animar a que lo preparéis en casa, ya veréis como no es difícil y lo rico que queda.

Ingredientes:
  • 1 pollo de corral.
  • 2 cebollas.
  • 2 dientes de ajo.
  • 400 ml. de caldo de pollo.
  • 100 ml de agua.
  • 40 gr. de almendras tostadas.
  • 1 huevo cocido.
  • 40 ml. de vino blanco.
  • 1 hoja de laurel.
  • Unas hebras azafrán.
  • Pimienta recién molida.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Perejil.

Elaboración:

Limpiar bien el pollo quitando la grasilla y plumas que pueda traer. Cortarlo en trozos medianos y salar.

Poner en una cazuela un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y dorar bien el pollo por todos los lados. Sacar y reservar.

En el mismo aceite de freír el pollo dorar la cebolla picada en juliana y los dientes de ajo pelados pero enteros con un poquito de sal.

Una vez que la cebolla está bien pochada, sacar los ajos y majarlos en un mortero junto a la yema del huevo, la mitad de las almendras, las hebras de azafrán, un poco de pimienta recién molida y un poco de sal.

Incorporar de nuevo el pollo a la cazuela con la cebolla. Agregar el majado, las almendras restantes enteras, el caldo de pollo, el agua, el vino blanco y la hoja de laurel. Tapar la cazuela y cocer el pollo a fuego suave durante una hora aproximadamente hasta que esté bien tierno.

Servir el pollo en pepitoria espolvoreado con la clara del huevo y el perejil muy picadito.


Nota: si queréis que os quede la salsa más espesa, podéis añadir una cucharadita de harina una vez pochada la cebolla, rehogándola un minuto junto a ella antes de añadir el resto de ingredientes a la cazuela, e incluso diluir la harina en un poco del caldo de la cocción unos minutos antes de terminar de cocinarlo y agregarlo a la cazuela.

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