Carpaccio de tomate negro y bacalao


Este carpaccio de tomate negro y bacalao lo podemos servir tanto como aperitivo como entrante. Es un plato fresco y gustoso, donde es primordial contar con unos buenos tomates, cosa que no es difícil en esta época del año en muchos pueblos de nuestra geografía.



Con respecto al bacalao, lo podemos preparar en casa o comprarlo ya hecho, en esta ocasión lo he hecho con bacalao ahumado.

El carpaccio es una preparación en finas láminas de carne o pescado, aunque últimamente están apareciendo muchas recetas que utilizan vegetales e incluso frutas.

Voy a reproducir aquí tal cual como Toñi Vicente en la web de Yo Donna cuenta la historia del carpaccio, donde además viene una estupenda receta de carpaccio de pulpo.

En general se entiende por tal nombre, que es el del pintor italiano Victtore Carpaccio, toda preparación en finas láminas de un alimento presentado en crudo o semi crudo y aliñado de múltiples maneras.

Tiene su origen en los años 30, en la húmeda Venecia, en el 'Harry's bar', fundado por el chef Giuseppe Cipriani, que por cierto, acabó convertido en personaje literario en alguna obra de Hemingway.

Pues bien, Cipriani se encontró un buen día con que una condesa, muy buena clienta de su establecimiento, le indicó que su médico le había prescrito comer carne cruda, y le preguntó si tenía en su carta algún plato con esa condición. Otro cualquiera habría enviado a la señora condesa al matadero municipal, pero un buen chef ha de mantener el tipo en todo momento. Así que cortó una finísima lámina de solomillo de buey que aliñó con mahonesa aderezada con mostaza y salsa perrys.

A la condesa le encantó el plato y le preguntó a Giuseppe Cipriani por el nombre de la especialidad. El aprieto de Giuseppe era evidente, pero no se amilanó. Recordó en ese momento que en Venecia en esos días había una exposición de un pintor cuyas obras se caracterizaban por la profusión de los colores rojo y amarillo, y... ¿Cuál era el nombre de dicho pintor? Pues ni más ni menos que Victtore Carpaccio. Con lo que Cipriani, recordando los colores, le contestó a la condesa: "Carpaccio de Buey".

De este modo tan curioso nació un nuevo plato para la gastronomía internacional.

Hace varios años que leí este artículo y aún lo recordaba, por lo que he buscado la página para reproducirlo porque me parece muy curioso. Siempre viene bien conocer el origen de los alimentos, así como de algunas recetas, porque muchas veces es fruto de la casualidad e incluso de algún error en la realización de otra receta.

Ingredientes:
  • Tomates.
  • Bacalao ahumado.
  • Sal (opcional).
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Aceitunas negras sin hueso.

Elaboración:

Cortamos los tomates en rodajas muy finitas y las ponemos de base en un plato. Probar el bacalao, porque si no está muy salado es aconsejable poner unas láminas de sal sobre el tomate.

A continuación pondremos sobre el tomate finos trozos de bacalao.

Para terminar el plato, echamos aceitunas negras muy picaditas y aliñaremos con un buen chorro de aceite de oliva virgen de calidad.

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